lunes, 20 de junio de 2011

LA ENSEÑA QUE BELGRANO NOS LEGÓ


En medio de las luchas por nuestra Independencia, fue enarbolada el 27 de febrero de 1812 en Rosario e izada por primera vez en Buenos Aires el 23 de agosto de 1812, en la torre de la iglesia de San Nicolás de Bari, lugar actual del Obelisco. La Asamblea Constituyente de 1813 promovió en secreto su uso, y fue adoptada definitivamente como símbolo por el Congreso el 20 de julio de 1816, agregándosele el sol en 1818.

La versión romántica dice que alude a la tonalidad del cielo. La versión histórica sigue sujeta a controversias: por un lado sugiere que Manuel Belgrano decidió tomar los colores de la escarapela que estaban en uso desde la Revolución de Mayo, por el otro, que eligió el celeste y blanco que identificaba a los Borbones, casa dinástica de origen francés, partidaria de los principios de la monarquía constitucional, con la cual el prócer también coincidía.

El Día de la Bandera evoca el fallecimiento de Don Manuel Belgrano – intelectual, militar, abogado, periodista y político sobresaliente–, en este caso el 191º aniversario (20 de junio de 1820).

Compañeros: vaya hoy, una vez más, nuestro juramento de lealtad al pabellón nacional

Viva la Patria!